Las infecciones vaginales son una serie de patologías que
sufrimos las mujeres en nuestro órgano reproductor. No se trata de una
enfermedad en particular, sino de varias entre las que se encuentran
candidiasis vaginal, vaginosis bacteriana, clamidias, tricomoniasis, etc.
Lamentablemente, las infecciones vaginales son más comunes
en las mujeres de lo que realmente querríamos. Aproximadamente un 80% de las
mujeres tendrá una infección vaginal alguna vez en su vida.
Para evitar que las infecciones vaginales lleguen a nuestras
vidas y se vuelvan recurrentes debemos comenzar los tratamientos indicados por
el especialista para cada caso. Por ejemplo, una vaginosis bacteriana requerirá
un tratamiento con antibióticos, mientras que una candidiasis vaginal requerirá
un tratamiento con antimicóticos.
Al mismo tiempo, como complemento de un tratamiento podemos
adoptar algunas medidas destinadas a prevenir el desarrollo de las infecciones.
12 Cuidados Y Recomendaciones Para Tu Vagina Para Prevenir Infecciones Vaginales
1) No te realices duchas vaginales. Contrariamente a la
creencia popular, las duchas vaginales, sin importar la solución que contengan,
solo conducen a un mayor desequilibrio de la flora vaginal, lo cual conduce a
que aparezcan infecciones o se recrudezcan las existentes.
2) Fortalece tu sistema inmunitario. Para eliminar
completamente cualquier infección vaginal y evitar que reaparezca es
fundamental que nuestras defensas estén altas. Aliméntate bien, descansa lo
necesario, no te estreses y si fuese necesario, consulta a tu médico para que
te recete un suplemento nutricional.
3) Higienízate adecuadamente. La higiene de la vagina debe
ser la correcta: mi mucho ni poco. Utiliza jabón neutro y agua, aséate no más
de 2 veces al día. El resto de las veces que vayas al baño usa solo papel
higiénico.
4) Utiliza ropa de algodón. Es fundamental que el área no se
encuentre asfixiada, por lo cual, se recomienda usar ropa interior de algodón
blanco, evitando los materiales sintéticos como nylon o lycra.
5) Mantén el área vaginal seca. Para que tu vagina no sea un
cultivo de microorganismos nocivos, mantenla siempre seca. Esto lo consigues
evitando la ropa ajustada, secándote la vagina cuando notes humedad y siempre
que te sea posible, no uses ropa interior.
6) Cuidado con lo que aplicas en la vagina. No apliques
desodorantes, geles, lociones ni otros productos que puedan alterar el
microsistema vaginal. La vagina debe estar libre de perfumes, incluso de
aquellos que traen los protectores diarios, toallitas higiénicas y papel
sanitario.
7) Practica sexo seguro. Siempre utiliza condón de látex. Si
posees una pareja estable pero te encuentras con brotes de infecciones
recurrentes, también se recomienda el uso de condones, aunque la mejor opción
sería la abstinencia sexual.
8) No te afeites la zona vaginal. Si deseas, lo mejor es
recortar el vello púbico. De ese modo también estaremos contribuyendo a mejorar
el microclima de la vagina. Rasurar la entrepierna y la vulva solo generará lesiones
y posibles infecciones vaginales.
9) No más de dos por relación. Poseer múltiples parejas
sexuales se ha vinculado con la aparición recurrente de infecciones como
vaginosis bacteriana y hongos vaginales. Procura no tener relaciones más que
con tu pareja sexual habitual.
10) Tu pareja sexual debe realizar también el tratamiento.
Si posees una infección vaginal, tu pareja sexual también debe realizar el
tratamiento. De otro modo, difícilmente puedas eliminar las infeccionesvaginales que te agobien.
11) No consumas antibióticos sin la recomendación médica.
Los antibióticos son un eslabón fundamental en la cura de enfermedades, pero en
ocasiones, también son motivo de descontroles en el cuerpo. Esto ocurre, por
ejemplo, cuando consumimos antibióticos y acaban alterando el microsistema
vaginal. Evita consumir antibióticos. Si tu médico es quien te los receta,
hazle saber que posees cuadros de infecciones vaginales recurrentes.
12) Evita el estrés. Si bien no podemos argumentar que el
estrés es causante de una infección vaginal, sí es un factor que interviene
para dejarnos más vulnerables al ataque de los microorganismos causantes de
infecciones. Por lo tanto, evita el estrés: practica actividades relajantes,
yoga, reiki, terapias de meditación, técnicas de relajación, etc.
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